La zona de relajación dispone de una piscina interior con grandes ventanales que dan a un mirador suspendido sobre el río Valira de Oriente, y al jardín en el cual pasean los ciervos, patos y conejos.
Saliendo de la cama o regresando de sus actividades, la piscina le invitará a un chapuzón reparador o a unos largos de piscina. Mientras tanto, los niños se lo pasaran en grande. Gracias a la poca profundidad del agua (1’54m máximo) podrán divertirse entre ellos o con el padre mientras la Señora contemplará la escena bien calentita desde el jacuzzi.
Después, por qué no una pequeña sauna y una buena ducha y ya estará como nuevo.